Reflexiones del Quinario al Santísimo Cristo de la Vera Cruz

Durante el Quinario, el predicador, N. H. D. Jaime Conde Vaquero, comparte las siguientes reflexiones con todos sus hermanos:

MIÉRCOLES 6 DE MARZO. PRIMER DÍA DE QUINARIO:

Tener los sentimientos de Cristo.
PECADOR , CUANDO PEQUES VERÁS ,
QUE A CRISTO ESTÁS AZOTANDO,
Y ÉL LLORANDO TE DIRÁ,
PECADOR , NO PEQUES MÁS.
Hoy miércoles de Ceniza, la iglesia nos invita a la conversión, al cambio de vida. No cansarnos nunca de estar empezando siempre.
Debemos tener presente en nuestro compromiso cristiano la oración, el ayuno y la limosna , pero, si cabe, más aún en este  tiempo Santo de Cuaresma.
El cristianismo es Cristo vivo al que le importo, al que le importan mis problemas, mis inquietudes, mis cosas.
El Santísimo Cristo de la Vera Cruz , no es ajeno a mis preocupaciones. Es compasivo, se compadece de tu dolor y de mi dolor.
Mirar a Cristo, mirarlo y cruzar tu mirada con la suya, dejar que te mire, que su dulce mirada te llene de profunda paz interior.
Enamorarnos del fruto de la Cruz, del más hermoso de los hijos de los hombres.
Él es el nuevo Adán obediente, María es la nueva Eva que también obedece con su Fiat y el árbol de la salvación es la SANTA VERA CRUZ.
Decía San Francisco de Asís en la Edad Media «EL AMOR , NO ES AMADO» y hoy…… ¿Es amado el amor? ¿Es amado Jesucristo , en estos tiempos hostiles a la religión?
Amemos al santísimo Cristo de la Vera Cruz, crucemos nuestras miradas con él, empapémonos de su Gracia y Misericordia infinitas y el mundo creerá.

Práctica: Contemplar en casa una estampa o imagen del Santísimo Cristo de la Vera Cruz y mirarlo profundamente haciéndonos tres preguntas:
¿Qué hice por Cristo?
¿Qué hago por Cristo?
¿Qué estoy dispuesto a hacer por Cristo?

JUEVES 7 DE MARZO. SEGUNDO DÍA DE QUINARIO:

Tener los sentimientos de Cristo.
CORAZONES PARTIDOS
NO LOS QUIERO
QUE YO DOY EL MÍO
Y LO DOY ENTERO.
Hoy el Señor nos invita a cargar con la cruz y a seguirle, a abrazar nuestro propia cruz, la que nos pesa, la que nos ahoga, la que nos humilla.
¡Cuántos acompañan a Cristo a la Gloria y qué pocos le acompañan al Calvario!
En la vida espiritual, cuando seguimos a Cristo, aparece la tentación, que es una invitación del maligno a bajarnos de la Cruz.
También Cristo fue tentado “Si eres Dios bájate de la cruz» “A otros ha salvado, y no puede salvarse a sí mismo». Las tentaciones siempre son las mismas que tuvo el Señor.
Para reconocerlas les diremos las tres P:
PLACER
PODER
POSEER
No hay más, esta es la constante seducción, para que nos separemos de un Dios que nos ama con locura, de un Dios que nos ama hasta derramar su sangre preciosa, por cada uno de nosotros.
¿Hay algún sufrimiento que tengamos que no haya sido teñido antes con el rojo de la sangre del Santísimo Cristo de la Vera Cruz?
Varón de dolores, que conoce nuestra aflicción.
El Señor se da por completo y quiere que generosamente le demos nuestro corazón indiviso, sin reservarnos nada.
En Él no cabe mentiras, Él es Camino, Verdad y Vida y nos ha prometido la eternidad, con persecuciones aquí, pero con una vida plena de amor.
Todo el que quiere vender un producto miente para conseguir su fin, “señora tengo las mejores naranjas” aunque estén picadas, “llévense mis prendas, puro algodón, lino, hilo, el mejor género», luego es sintético, “pruebe esta crema, quedará sin arrugas» un mes después estamos igual de arrugados. Es la mentira del mundo……. Pero Jesús no te miente , porque en Él no cabe mentira, pues es la VERDAD, “carga con tu cruz y sígueme»
“Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad», esa VERDAD es Dios.
Escuchemos a Cristo, ¿qué nos dice?
El Señor está a la puerta de nuestros corazones, esperando que le abramos solo un poquito, para que entre de lleno su Gracia en nosotros y así ilumine toda nuestra vida. El corazón cerrado a Dios, es como la habitación cerrada a cal y canto y al abrir un poquito la persiana, entra un haz de luz que permite ver el caos que hay en ese habitáculo, ese haz de luz , permite ver las pelusillas del suelo, la sombra de polvo que hay en la cómoda, la suciedad de la pared, o la mancha del edredón, pero ha entrado la Luz y ha transformado el caos, igual en tu corazón, si entra la luz de Dios y su verdad, transformará tu pecado en gracia infinita.
Escuchemos la voz de Dios, que habla nítidamente al alma enamorada, contemplemos al Santísimo Cristo de la Vera Cruz, reclinemos nuestras cabezas en su pecho como hizo San Juan y oigamos la voz de Dios que nos ama.
Tú eres un latido del corazón de Cristo que está vivo en la Eucaristía. Escucha su voz atentamente, para vivir su voluntad en tu vida y entenderás lo que te ama y le dirás de todo corazón

SI CUANDO NO TE QUERÍA
ME VINISTE A BUSCAR
AHORA QUE TANTO TE QUIERO
CÓMO ME VAS A DEJAR.

Práctica: visitar a Jesús sacramentado en la mañana y escuchar su voz, durante cinco minutos.

VIERNES 8 DE MARZO. TERCER DÍA DE QUINARIO:

Jesucristo es aquel con quien me atrevo a ser yo mismo.
Pensemos por un momento, si el reo de muerte fuese en vez de Jesucristo, uno de nuestra sangre, un padre, un hermano, una madre… Seguro que entonces nos dolería en el alma, seguro que no nos conformaríamos , seguro que gritaríamos justicia, clemencia y piedad… Pero como vemos la Pasión del Señor cOmo algo que pasó, se nos olvida actualizarla y volver a vivirla.

El daño más grande que le podemos hacer a la Iglesia  es ser mediocres, no debemos acostumbrarnos a esto. Hemos de estar en la brecha del corazón del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, porque somos un latido del Señor y valemos su sangre preciosa entregada por nosotros gota a gota más preciada que el oro.

Cristo, con su entrega, nos ha rescatado de la muerte eterna y no nos damos cuenta, nos ha indultado; deberíamos tener la alegría de un preso indultado, ¿cómo llegaría ese hombre a su casa?

La Redención se hace por amor, no por la razón, pues el corazón tiene razones que la razón no comprende y Dios nos ama infinitamente y nos ha librado, por amor, de la muerte eterna, al igual que una pobre madre ama siempre a su hijo drogadicto, que no para de hacerle fechorías y maltratarla. Ella lo ama sin media.

Nuestro Señor es un despojo humano, ahí está nuestro Dios en ese despojo que cuelga del Madero está nuestro Dios, Rey y Señor. Su corona, es de espinas, no de metales y piedras preciosas, su trono es la Cruz desde el que reina, su cetro, son los agujeros de los clavos y sus ropajes no son sedas, brocados y armiño, sino su desnudez… Ahí está nuestro Rey y Señor, ahí está el Santísimo Cristo de la Vera Cruz, en ese desecho, esperando nuestra fidelidad.

Hemos sido llamados a reinar con Cristo, por el bautismo y cuando estemos en su presencia, nos dirá ¿rey donde está tu corte? ¿reina donde está tu corte? Y nuestra corte serán las obras, los pobres que hemos auxiliado, los enfermos que hemos visitados, aquellos que no soportando les aceptamos con caridad y le sonreímos…

Entonces nos dirá el Señor: «¡venid, benditos de mi Padre a reinar!»

Y reinaremos con Cristo por siempre.
A veces creemos que el Señor quiere, que hagamos muchas cosas y no hemos sido llamados a hacer tanto, como a estar con Él. Dice la Sagrada Escritura: fueron llamados a estar con Él.