EL PURGATORIO Y ORACIÓN POR LOS DIFUNTOS
Debemos ayudar a los que se hallan en el purgatorio.
Demasiado insensible seria quien no auxiliara a un ser querido
encarcelado en la tierra; insensible es el que no auxilia
a un amigo que está en el purgatorio, pues no hay comparación
entre las penas de este mundo y las de allí.
Santo Tomás de Aquino, Sobre el Credo, 5, 1. c.
INVOCACIÓN INCIAL Y SALUDO
V/ En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
R/ Amén.
V/ Comenzamos esta oración por los difuntos poniéndonos en la presencia de Dios. A él le invocamos con este canto recordando que el motor de nuestra vida debe ser el amor.
AL ATARDECER DE LA VIDA
Al atardecer de la vida me examinarán el amor.
Si ofrecí mi pan al hambriento,
si al sediento di de beber,
si mis manos fueron sus manos,
si en mi hogar lo quise acoger.
Si ayudé a los necesitados,
si en el pobre he visto al Señor,
si los tristes y los enfermos
me encontraron en su dolor.
Aunque hablara miles de lenguas,
si no tengo amor nada soy,
aunque realizara milagros,
si no tengo amor nada soy.
LA PALABRA DE DIOS NOS ILUMINA
Del Evangelio según San Marcos. (Marcos 14, 70-72)
Un poco más tarde, los que estaban allí dijeron a Pedro: «Seguro que eres uno de ellos, porque tú también eres galileo». Entonces él se puso a maldecir y a jurar que no conocía a ese hombre del que estaban hablando. En seguida cantó el gallo por segunda vez. Pedro recordó las palabras que Jesús le había dicho: «Antes que cante el gallo por segunda vez, tú me habrás negado tres veces». Y se puso a llorar.
Palabra de Dios.
LA IGLESIA NOS ENSEÑA
¿Qué es el purgatorio?
El purgatorio, a menudo imaginado como un lugar, es más bien un estado. Quien muere en gracia de Dios (por tanto, en paz con Dios y con los hombres), pero necesita aun purificación antes de poder ver a Dios cara a cara, ése está en el purgatorio.
Cuando Pedro traicionó a Jesús, el Señor se volvió y miró a Pedro: «Y Pedro salió fuera y lloró amargamente». Ése es un sentimiento como el del purgatorio. Un purgatorio así nos espera probablemente a nosotros en el momento de nuestra muerte: el Señor nos mira lleno de amor, y nosotros experimentamos una vergüenza ardiente y un arrepentimiento doloroso por nuestro comportamiento malvado o quizá sólo carente de amor. Sólo después de este dolor purificador seremos capaces de contemplar su mirada amorosa en la alegría celestial perfecta.
NOSOTROS ORAMOS
Oramos por las intenciones del Santo Padre
† Padre nuestro
† Ave María
† Gloria
ORACIÓN FINAL POR LOS DIFUNTOS
Tú nos dijiste que la muerte
no es el final del camino,
que aunque morimos no somos,
carne de un ciego destino.
Tú nos hiciste, tuyos somos,
nuestro destino es vivir,
siendo felices contigo,
sin padecer ni morir.
V/ Señor ten piedad
R/ Señor ten piedad
V/ Cristo ten piedad
R/ Cristo ten piedad
V/ Señor ten piedad
R/ Señor ten piedad
Padre nuestro que estás en el cielo…
V/ Dales Señor el descanso eterno
R/ Y brille para ellos la luz eterna
V/ Descansen en paz
R/ Amén
V/ Las almas de todos los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz
R/ Amén