Manolo Haro, pronto cumplirá los 40 años ligado a la Hermandad, desde que llegara, a principios de los años 70 del siglo pasado, de la mano de un amigo, a la entonces Casa de Hermandad de la Calle Baños y saliera de ella con la solicitud de ingreso en la mano.
Pronto, dos años más tarde, su interés por los asuntos de la Hermandad le llevaría, primero, a suplir una vacante de Consiliario en la Junta de Oficiales de entonces, siendo Hermano Mayor Aníbal Márquez, para poco después, en 1976 y a la edad de 32 años, decidirse a presentar su candidatura a Hermano Mayor.
Su periodo al frente de la Institución fue de gran importancia, un tiempo de cambios, tal y como el mismo lo describe, una transición entre dos épocas muy diferentes en la vida de la Hermandad.
Especial recuerdo mantiene de la juventud de su época, un grupo excelente que solo necesitó un poco de estimulo para llegar a ser de los mejores grupos de juventud de las hermandades en ese momento.
Es su tiempo como Hermano Mayor, una época de buenos cofrades, Antonio Soto, quien le enseño el “espíritu” de la Vera Cruz, Antonio Castro, Oscar de la Quintana, José Ojeda, Antonio Núñez, José Carbonell o entre muchos otros, Pepe Cortes que hizo escuela en la Hermandad en materia de priostía.
En aquella, ya lejana, década de los setenta, se consiguió del Ayuntamiento la rotulación de la calle de la Capilla con el nombre de nuestro Titular, se restauraron los frescos laterales del Altar Mayor y la propia imagen del Santísimo Cristo, por el profesor Arquillo, restauración que se centró, sobre todo en las grietas que presentaba el rostro.
Con especial cariño, recuerda el Pregón de las Cofradías de 1978, el Pregón de Antonio Soto Cartaya y la compra de una gran parte de nuestra Capilla, por el precio simbólico de una sola peseta.
Ya a primeros de los ochenta, concretamente en 1982, siendo Manolo además de Hermano Mayor, Delegado del Jueves Santo del Consejo de Cofradías es elegida la imagen del Santísimo Cristo de la Vera Cruz para presidir el Vía Crucís de aquel año. Como anécdota, cabe comentar que era José Ojeda Diputado Mayor de Gobierno y organizó, por primera vez en este acto, un cortejo ordenado y organizado, con cruz alzada y cirios, lo que creó un hábito que ha continuado hasta el momento. En esta época se saca, también, por primera vez el Paso de Palio de Ntra. Sra. de las Tristezas con costaleros profesionales.
Fue en resumen, un gran momento para la Hermandad, repleto de cambios y de buenos acontecimientos.
Su tiempo, lo considera similar al actual, en el que se está produciendo un crecimiento y una apertura al exterior de la Hermandad.
Respecto al futuro de nuestra Institución y de las hermandades en general, para el, estamos ante un momento difícil, en el que hay que saber evolucionar, sobre todo en el sentido de un mayor acercamiento a los hermanos, y su situación, siendo fundamental, además, contar con juntas de oficiales muy preparadas, que gestionen los asuntos cotidianos con inteligencia y den, en todo momento, un testimonio cristiano.
A modo de epílogo, la frase con la que Manolo quiere acabar esta entrevista es “no sirva todo lo dicho para gloriarme en ello, salvo en la Cruz de Ntro. Señor Jesucristo”.