Los oficiales de la junta se presentan: Caridad

Queridos Hermanos todos:

Vivimos tiempos difíciles en los que la necesidad, la incertidumbre y la desesperanza asolan a millones de personas. Y lejos de amedrentarnos, supone una oportunidad para que los cristianos demos mayor testimonio de nuestra fe con nuestras obras.

Conocemos el camino. Tenemos un claro y único objetivo marcado por el mandamiento que nos dejó nuestro Señor: “Ama a Dios y a tu prójimo como a ti mismo, como Yo os he amado”.

Amar a Dios y amar al prójimo es un único acto. Y el amor de Dios es infinito, desinteresado, exigente, liberador.

El Santo Padre nos aclara que no estamos llamados a hacer grandes cosas, sino a que nuestras acciones sean evangélicas, que den testimonio del amor de Dios. Nos insta a salir de nuestros templos a la calle, para atender a los más pobres y vulnerables, a los pobres de pan y de espíritu, a los enfermos y ancianos en soledad, a los desempleados en una economía ya más hundida que sumergida, a los migrantes, ahogados en un mar de rechazo, a los deslumbrados por corrientes de pensamiento alejadas de la única Luz, a los que se sienten pecadores, sucios, avergonzados, a los marginados, desamparados, desesperados, desolados, desahuciados, sufrientes todos.

El Señor de Tabgha vuelve a decir a sus discípulos: “Dadle vosotros de comer”.

Son tiempos para valientes, para osados, para pasar a la acción, para el compromiso total. Estamos en Misiones en nuestra propia tierra, en lucha contra la pobreza. Sembremos esperanza y justicia de Dios estando al servicio de los demás, sin juicios ni prejuicios.

“Levántate y anda”.

Si tienes un proyecto, compártelo.

Si necesitas ayuda, pídela.

Si puedes colaborar, llámanos.

Volverán los aromas a incienso y azahar, el sabor de torrijas y pestiños, hachones, mantillas y capirotes, pero ningún tiempo será más glorioso que el que vivamos sirviendo ceñidos a nuestro hermano necesitado.

Dios y el prójimo no se pueden separar.

Abandonémonos a la voluntad de Dios con la absoluta certeza de que el Santísimo Cristo de la Vera Cruz y su Bendita Madre nos guiarán, nos alentarán y nos acompañarán en el cumplimiento de nuestras obligaciones.

Recibid un afectuoso saludo y que Dios os bendiga.

Paz y Bien.

 

Antonio Amaya Cortijo.

Diputado de Caridad y Acción Social

 

Contacto: caridad@veracruzsevilla.org

Atención directa en la Casa Hermandad los jueves de 18.30 a 20.30 h.