La Vera Cruz, la hermandad pionera en incorporar a las mujeres nazarenas en la Semana Santa

Nadie comenta actualmente el tema de las mujeres nazarenas en la Semana Santa de Sevilla, es un asunto consolidado en el mundo de las cofradías desde hace justo 10 años, desde que monseñor Juan José Asenjo Pelegrina, arzobispo de Sevilla, realizaba un decreto en el que igualaba a los hombres y a las mujeres en el derecho de hacer estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral con el hábito de nazareno.

No ocurrió ni con la exhortación del cardenal fray Carlos Amigo Vallejo y las normas diocesanas de 1997. Todavía había 3 hermandades: la Quinta Angustia, el Silencio y el Santo Entierro, mientras que en la provincia ocurría lo propio con el Santo Entierro de Dos Hermanas, que aún no permitían que las mujeres pudiesen salir de nazareno con su hermandad. Incluso tres años antes, en 2008, a las citadas, el Gran Poder, las Penas, el Amor y San Isidoro tampoco lo permitían. No fue hasta el de 2 marzo de 2011 cuando entró en vigor el decreto.

¿Pero cómo comenzaron las mujeres nazarenas en la Semana Santa?

El nacimiento de las mujeres nazarenas ocurrió en la Semana Santa de 1986. Cinco hermanas de los Javieres salieron el Martes Santo a modo de prueba, estando incluso advertido al arzobispo por aquel entonces, fray Carlos Amigo Vallejo. Ya de forma reconocida, un año más tarde, saldrían en la Vera Cruz, seguido de San Esteban, San Roque, Santa Marta, La Candelaria, Los Panaderos, y La Mortaja, hasta que hoy día está permitido en todas las hermandades.

El 13 de abril de 1987 salieron por primera vez de manera oficial en la Semana Santa. Lo hicieron en la Vera Cruz. Un hito por aquel entonces en el mundo de las cofradías que recogió aquel Lunes Santo la portada de ABC de Sevilla, un acontecimiento que en 2022 cumplirá 25 años.

Antiguamente, como recoge el libro de reglas de la corporación, las doncellas formaban parte del cortejo con escapularios y velas verdes en la iluminación de su libro de reglas del siglo XVII. Era una constante en aquella época de diferenciar del resto de los hermanos.

Portada de ABC de Sevilla del 13 de abril de 1987