La firma del Rey Felipe II

 

Hace unos días tuve la ocasión de volver a contemplar la firma autógrafa original del Rey Felipe II que se encuentra en una de las numerosas bulas que tenemos en nuestro Archivo Histórico. La bula es de una belleza impresionante y sólo el colorido del escudo real hace ver con la calidad y el esmero que se hacían en aquella época, siglo XVI, determinadas cosas.

Pero no os voy a aburrir con el contenido de la bula y sí con algo muy interesante que ocurrió con nuestra Hermandad durante el reinado de Felipe II.

Hasta oídos del Rey llegó la noticia de que no todo lo que ocurría en Sevilla alrededor de las salidas procesionales estaba dentro del espíritu conciliar de Trento. Es decir que había más algarabía de la cuenta y sobre todo bastante poca disciplina.

El rey pidió un informe al entonces Arzobispo, Cristóbal de Rojas. Este aunque conocedor de la realidad, prefirió a su vez solicitar informe a sus más allegados y así compartir responsabilidad. Demoledor. Se confirmaban todos los extremos de los rumores que habían llegado al Rey.  Nuestro hermano, el catedrático D. José Sánchez Herrero, ya habla de que en ésa época en la propia Catedral había vigilantes para que los ciudadanos mantuviesen el debido decoro y comportamiento. Pero ni por ésas.

Por estos antecedentes, años después, el cardenal Fernando Niño de Guevara quizás llevado por indicaciones de la corte, reguló las salidas de las cofradías a la calle con unas normas que hizieran de las mismas un recorrido piadoso y ejemplar (sic), estableciendo un horario. Hace una excepción a éstas normas, la cofradía de la Santísima Vera Cruz.

Y dijo: “con ella no es mi intención se haga novedad alguna, por tener bulas y privilegios apostólicos y señalada la hora de salida”.

Que duda nos cabe a los cruceros que ya entonces nuestra cofradía marcaba el espacio de la disciplina y el recogimiento y que debía ser un ejemplo en la calle para que así lo reconociera el propio cardenal y nos distinguiese de las demás. De ahí la importancia histórica dela Vera Cruz y nuestra obligación de seguir haciéndola importante con nuestro comportamiento y actitud.

Esto es parte de nuestra historia y orgullosos estamos de la misma.

Un fraternal abrazo.

José Cristóbal. Tte. Hermano Mayor