Documentos históricos e inéditos de la Vera Cruz en la exposición del Consejo de Cofradías

La gran exposición organizada por el Consejo de Cofradías para la Cuaresma y la Semana Santa que podrá visitarse hasta el próximo 4 de abril en la Fundación Cajasol (Plaza de San Francisco), ofrece unos documentos históricos e inéditos de nuestra Hermandad nunca antes expuestos.

Uno de ellos es el libro de protocolos de 1720 de la Vera Cruz. Este compendio fue concebido para realizar una mejor gestión hacendística de los bienes inmuebles de la hermandad, como lo eran las casas y las fincas que la corporación iba recibiendo por medio de los siglos de los patronatos, creados para confeccionar obras pías o decir misas a los hermanos difuntos, manteniendo todos ellos a través de las rentas obtenidas de estas mandas testamentarias.

Recoge la historia de la hermandad, los pleitos ganados a otras instituciones, los privilegios que le atesoraban a la Vera Cruz, las reliquias custodiadas, los títulos de propiedad del antiguo convento grande de San Francisco en la que se funda la corporación, y los documentos que propagan las propiedades que le habían sido legadas.

También es de destacar otro documento es el denominado VIVAE VOCIS ORACULO PAPA PAULO III (AÑO 1536), donde se indica que todas las hermandades de la Vera Cruz de España puedan hacer estación de penitencia con disciplinantes, pudiendo obtener el mismo privilegio de los que acudiesen a visitar las iglesias de Roma el Jueves Santo.

El 7 de enero de 1536, una embajada de Carlos I acude a Roma a tratar varios asuntos con el Santo Padre. Será en este contexto, en el que el Doctor Ortiz, consiga de S.S. Paulo III, un privilegio en forma verbal para que todas las cofradías de la Vera Cruz de España puedan hacer estación de penitencia con disciplinantes, ganando éstos los mismos privilegios que los peregrinos que acudieses a visitar las iglesias de Roma el Jueves Santo.

Será el cardenal de la Santa Cruz, Francisco de Quiñones, quien ordene poner por escrito este documento, que llega originariamente a la Archicofradía de la Vera Cruz.

La canonización de la práctica de la disciplina pública a través de este documento dio pie a que se fundasen multitud de cofradías de sangre a partir de siglo XVI, así como a la adopción de este estatuto por otras ya existentes.