Comentario al Evangelio del Domingo X del tiempo ordinario

La reflexión que surge del evangelio de este domingo puede partir de los últimos versículos del pasaje que nos ocupa: ¿qué es hacer la voluntad de Dios? ¿Cuál es la verdadera familia de Jesús?
La voluntad de Dios es que las personas vivan y encuentren en Él la respuesta a su anhelo de felicidad, de bien, de perdón, de esperanza, de consuelo, de fuerza para seguir adelante sin desfallecer. Sabiendo que Dios nunca te deja ni te abandona. Siempre se hace presente y siempre está a nuestro lado. Hacer la voluntad de Dios quiere decir escuchar lo que Él quiere para nuestro bien y para el bien de los demás. Nos da la capacidad de discernir y escoger lo que favorece nuestro crecimiento como personas y como hijos de Dios.
La verdadera familia de Jesús son los que de una manera incondicional siguen su estilo de vida, sin miedos, sin excusas, sin esperar que les aplaudan o les agradezcan lo que hacen desinteresadamente, Por tanto, hemos recibido unos dones de Dios, unas capacidades, y nosotros lo ponemos todo al servicio de los demás, gratuitamente. No todo el mundo lo entenderá, pero estaremos contentos de vivir y servir con sencillez la experiencia de comunión con Jesús, que nos quiere libres y servidores de su Reino.
En la Eucaristía celebramos cómo Jesús cumplió la voluntad del Padre, ofreciéndose Él mismo. Dando su vida por mostrar hasta qué punto Dios nos ama. Sus palabras se convirtieron en hechos: nos amó hasta el extremo.
Queridos hermanos, Paz y Bien.
Marcelino Manzano Vilches, pbro.
Director Espiritual.