Canta Francisco: Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la muerte corporal, de la cual ningún hombre viviente puede escapar. ¡Ay de aquellos que mueran en pecado mortal! Bienaventurados aquellos a quienes encuentre en tu santísima voluntad, porque la muerte segunda no les hará mal (Cánt 12-13).
CELEBRACIÓN DEL TRÁNSITO DE SAN FRANCISCO:
«Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la muerte corporal». Caía la tarde del día 3 de octubre de 1226. Era sábado. Francisco moribundo se esfuerza en unir su voz a la de sus hermanos. Había entonado el salmo 141. La dulce hermana muerte vino a su hora. Era la voz de Dios y llamaba a la recompensa.
Los franciscanos de todas las épocas recuerdan ese momento en la celebración del «Tránsito».
La liturgia franciscana celebra el Tránsito de san Francisco en las primeras Vísperas de la solemnidad de san Francisco, el día 3 de octubre.