Dice san Francisco en su Regla: – Aconsejo de veras, amonesto y exhorto a mis hermanos en el Señor Jesucristo que, cuando van por el mundo, no litiguen ni contiendan con palabras, ni juzguen a los otros; sino sean apacibles, pacíficos y moderados, mansos y humildes, hablando a todos honestamente, como conviene. En cualquier casa en que entren, primero digan: Paz a esta casa (2 R 3,10-13).