Dice san Francisco en su Regla: «Todos los hermanos empéñense en seguir la humildad y pobreza de nuestro Señor Jesucristo, y recuerden que ninguna otra cosa del mundo debemos tener, sino que, como dice el Apóstol: teniendo alimentos y con qué cubrirnos, estamos contentos con eso. Y deben gozarse cuando conviven con personas de baja condición y despreciadas, con pobres y débiles y enfermos y leprosos y los mendigos de los caminos» (1 R 9,1-2).
HALLAZGO DEL CUERPO DE SANTA CLARA:
Santa Clara murió el 11 de agosto de 1253 en el monasterio de San Damián, a las afueras de Asís, y fue enterrada en la iglesia de San Jorge. Construida la Basílica de la Santa en Asís, su cuerpo fue depositado, el 3 de octubre de 1260, en una tumba de piedra colocada profundamente debajo del altar mayor, donde permaneció inaccesible durante casi seis siglos. El hallazgo del cuerpo de san Francisco en 1818, despertó el deseo de sacar también a la luz el cuerpo de santa Clara. En 1850 Pío IX autorizó las pertinentes excavaciones, y el 23 de septiembre de aquel mismo año se abrió solemnemente el sepulcro que contenía los restos de la Santa, que, el 3 de octubre de 1872, fueron depositados en una urna de azófar en la nueva cripta construida para tal efecto. La ubicación actual de los restos de santa Clara es de 1987, después que las santas reliquias fueran sometidas a un tratamiento conservativo adecuado.-
Oración: Oh Dios, que infundiste en santa Clara un profundo amor a la pobreza evangélica, concédenos, por su intercesión, que, siguiendo a Cristo en la pobreza de espíritu, merezcamos llegar a contemplarte en tu reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.