Dice santa Clara en su Regla: – Las hermanas estén firmemente obligadas a tener siempre como gobernador, protector y corrector nuestro, al cardenal de la santa Iglesia Romana que haya sido asignado a los Hermanos Menores por el señor Papa, para que, siempre súbditas y sujetas a los pies de la misma santa Iglesia, estables en la fe católica, guardemos perpetuamente la pobreza y la humildad de nuestro Señor Jesucristo y de su santísima Madre y el santo Evangelio, que firmemente hemos prometido (RCl 12,12-13).